sábado, 18 de agosto de 2012

NUNCA DIGAS NUNCA

- La luna es una embustera
- ¿Por qué?
- Porque intenta mentir al sol. Cuando está creciendo, lo engaña tomando forma de D, y cuando está decreciendo, tiene forma de C.
Silencio. 
- ¿Qué te pasa?
- No me pasa nada. Es solo que no tengo un buen día.
- Pero ¿he echo algo? ¿estás enfadada conmigo?
- No, claro que no. No tiene nada que ver contigo. 
- Déjame que haga algo por ti. Tu no paras de ayudarme y de escucharme y no me das la oportunidad de hacer lo mismo.
Lágrimas.
- Es que no puedes ayudarme, Samuel.
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que necesitas?
- Recuperar mi vida. Tu no puedes hacer eso.
- No, no puedo. ¿Tan malo es lo que tienes aquí?
- No es que sea malo, es que no pinto nada. Este es vuestro mundo pero no el mío.
- ¿Y qué tendría que pasar para que fuera el nuestro: el tuyo, el mío..., el de todos?
- Tendrían que pasar tantas cosas, Samuel, que ahora mismo dudo que eso llegue a ocurrir nunca.
- Jackie. Nunca digas nunca.



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