lunes, 20 de agosto de 2012

TE QUIERO

- Te escucho.
- Yo... no sé por dónde empezar. Ayer vi el vídeo y... no sé  ¿Por qué no dices tu algo?
- Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir. Es tu turno.
- Pues... no sé. Supongo que en primer lugar quiero pedirte perdón por lo del otro día. Ni por asomo pienso lo que te dije. Solo quería fastidiarte un poco, pero me pasé y siento muchísimo que te doliera tanto. No pienso que sólo seas un tío guapo... ¡Cómo voy a pensar eso si eres la persona más especial que hay en mi vida! Y tampoco pienso que seas superficial... pero tenemos maneras distintas e ver la vida. Tú vives al momento, disfrutas del instante y tu proyección en el tiempo no pasa, como mucho, de los dos días... Y ya sabes cómo soy yo, que necesito tenerlo todo controlado y sopesar las consecuencias de todas las cosas por mínimas que sean. Sé que soy una obsesa del control, pero no puedo evitarlo, igual que tú no puedes evitar pensar en el aquí y ahora. Me encantaría aprender de ti para disfrutar más pero, en cuanto levanto los pies del suelo, me da miedo y vuelvo a agarrarme con fuerza para no perderme... Eres mi mejor amigo, mi amigo del alma, pero ahora estoy hecha un flan, porque creo que lo nuestro se desquebraja. No quiero perderte. Si te pierdo me voy a morir por dentro y voy a arrepentirme el resto de mi vida porque tu eres lo mejor que tengo y te necesito, te necesito muchísimo, porque nadie me cuida  como tu lo haces, ni me mima tanto, ni me llena de atenciones, ni me ve tan especial... Y mil veces me pregunto qué será lo que ves en mi, porque no soy ni la cuarta parte de lo que tu eres. Eres inteligente, divertido, eres bueno, leal, cariñoso..., así que, si alguien tiene que dar las gracias, esa soy yo. Yo sí que soy una privilegiada por tenerte como amigo. He llorado muchísimo esta noche porque, aunque sabía que algún día íbamos a tener que sentarnos a hablar de nosotros, no quería que llegara ese momento. Y por un lado, me halaga lo que me dices en el vídeo, pero por otro... me cabrea que lo hayas hecho porque nada va a ser igual que antes y a mi me gustaba mucho y, de momento, me bastaba... Porque me asusta tener algo más contigo... Tu has hecho muchas cosas, has viajado un montón, has estado con tías impresionantes, has vivido experiencias que la mayoría de la gente pagaría por vivir, mientras que yo... no sé... estás a mil kilómetros, y esa distancia, como amigos, no importa, pero como algo más, no veo yo por dónde puede salvarse... El caso es que estoy echa un lío porque llevo mucho tiempo soñando que pase esto, pero ahora, si pudiera, daría marcha atrás en el tiempo para que todo siguiera como estaba... Oye ¿me estás escuchando?
Marcos sonrió y comenzó a roncar
- Pero ¡¡¿eres idiota?!! ¿Cómo puedes bromear ahora? ¿No ves que me está costando muchísimo decirte todo esto?
- Pobre del juez y del jurado el día que tengan que escucharte! Vas a ganar los juicios agotando psicológicamente al personal. Esto es una tortura.
- Eres un imbécil. ¿Te estás riendo de mi? ¿Has escuchado lo que te estaba diciendo?
- Sí, te he escuchado. Pero no has dicho nada de lo que quiero oír.
- ¿Y qué quieres oír?
- Te quiero, eso es lo único que tienes que decir.
- Pero...
- Dímelo. Dime que me quieres.
- Te quiero.
Y así, después de tanto tiempo deseándolo, se besan apasionadamente...



domingo, 19 de agosto de 2012

REGALO DE CUMPLEAÑOS

- ¡Marcos! ¿Qué te pasa?
- He estado pensando mucho estos días. Tengo que decirte algo importante, pero tengo miedo de que no me creas o pienses que bromeo, así que quiero que veas esto. Por favor, sigue las instrucciones tal y como vienen. 
Le da un CD.
- Pero...
- No te rías. Esto es lo más difícil que he echo en toda mi vida.
- Está bien. No sé de qué va esto, pero lo haré según las instrucciones. 
- Gracias. Me voy. 
Pone el CD. Pincha a un archivo que se llama Readme.txt
- Hola Sandra. Esto es tu regalo de cumpleaños, así que tienes que esperar a que sean las 12 de la noche. Cuando llegue el momento, quiero que te pongas cómoda y hagas doble clic en el archivo que se llama ParaSandra.avi. Asegúrate de que nadie lo oye ni te interrumpe. Tienes que verlo todo hasta el final y lo más importante: no puedes llamarme cuando hayas terminado de verlo, aunque te mueras de ganas de hacerlo. Es importante que lo hagas como te digo, ¿vale? Al final sabrás lo que debes hacer. Confío en ti, peque, así que no me falles.
00:00
"Hola Sandra. Tengo algo importante que decirte y quiero que tengas la seguridad de que no es una broma. Por eso he grabado este video, porque desde este momento estoy en tus manos. 
El otro día en tu casa, me dolió muchísimo lo que dijiste sobre mi. Somos amigos desde hace mucho tiempo y, junto con Samuel, eres la única persona que ha creído en mi y me ha apoyado al cien por cien. Creía firmemente que me conocías y que eras capaz de ver en mi interior, pero lo que dijiste me devolvió una imagen de mi que no me gustó nada. Me horrorizó que me vieras como un tío insensible al que lo único que le importa es su físico y que su máximo objetivo en la vida es acostarse con cuantas más tías mejor. Le he dado muchas vueltas estos días y me cuesta creer que en todos estos años lo único que hayas sacado de mi sea eso, porque no se ajusta en absoluto a la realidad. Sé que parece que soy muy superficial y que todo me da igual, pero pensé que tu eras capaz de ver más allá. De hecho, desde que tú y yo nos liamos la otra noche, no he vuelto a estar con nadie más, aunque haya estado tonteando, como con la chica del tenis del otro día. Perdona si te hice creer que no me acordaba pero pensé que sería más fácil hacer como que no había pasado nada y quedarme al menos con lo que hemos tenido siempre... hasta el otro día.
Sandra, lo que quiero decirte es que me he derrumbado porque llevo tiempo esforzándome en mejorar, intentando centrarme y madurar y es que pensé que de ese modo, podría llegar a... no sé... a gustarte y a empezar algo juntos.
Siempre me dices que es un error enrollarse con las amigas porque todo se estropea y que soy especialista en romper amistades, pero no quiero que seas solo mi amiga, no puedo soportarlo. Necesito abrazarte, besarte y que me beses. Llevaba meses pensando que lo nuestro podía funcionar y sintiendo que cada vez estábamos más cerca y que poco a poco tu también ibas sintiendo algo por mi... hasta el otro día, que me quedó claro que todo han sido imaginaciones mías y que lo último que pasa por tu mente es tener algo conmigo. A lo mejor te parezco un imbécil por decirte todo esto pero tenía que hacerlo. No sé qué va a ser de nosotros a partir de ahora porque mañana voy a querer morirme de la vergüenza, pero necesitaba contártelo: estoy enamorado de ti. No puedo guardar el secreto más tiempo. Me encanta lo lista que eres, me vuelve loco esa forma de ser tuya, de llevarte bien con todo el mundo y ayudar siempre a los demás sin pensar en ti, me gusta tu sentido del humor, tu sonrisa permanente y me siento el tío más afortunado del mundo por haberte conocido y haber tenido el privilegio de ser tu amigo. Este es mi regalo de cumpleaños: darte las gracias y decirte que te quiero. 
Bueno, peque, pues ya lo he soltado. Sé que piensas que soy un egoísta y que es un regalo envenenado que podría chafarte el cumpleaños, pero te conozco y sé que prefieres saberlo todo, tener toda la información, y que en ningún caso esto va a estropear tus dieciocho años. 
Ahora viene la parte más difícil. Sé que quieres llamarme ya mismo. ¡Confiesa! ¿Cuántas veces has estado a punto de saltarte las normas desde que has empezado a ver el vídeo? Pero no puedes hacerlo. Quiero que reflexiones sobre lo que te he dicho y que pienses en lo que tienes que decirme. Ya sé que no es justo, que tu me has escuchado sin poder intervenir y que ahora te toca tu derecho de réplica, pero si hablamos ahora, puedes llegar a conclusiones equivocadas por miedo a hacerme daño, y quiero que te tomes algo de tiempo para pensar. Pedirte más de un día sería demasiado para ti, así que hablaremos mañana ¿vale? 
Te quiero niña, y desde hace mucho tiempo llenas toda mi vida. ¡Feliz cumpleaños!" 



sábado, 18 de agosto de 2012

MADURA

- Aún sigo dándole vueltas a tu regalo de cumpleaños...
- No quiero que me regales nada, Marcos. Lo que me gustaría es que fueras un poquito más maduro.
- ¿Maduro? ¿A qué viene esto?
- Pues a que te pasas la vida ligando con una y con otra, y no te das cuenta de que a tu paso vas dejando un montón de corazones rotos. 
- Pero ¿por qué me dices esto ahora? Si no me he liado con esa chica...
- A mi me da igual que te líes o no con quién te dé la gana. Sólo digo que parece que lo único que te importa es añadir trofeos a tu lista de conquistas y eso me parece machista, superficial y asqueroso.
- ¿De verdad que es eso lo que piensas de mi? ¡Pero si era una broma! Yo no...
- Si no lo digo sólo por hoy. Es por todo. ¿Qué te crees, que eres irresistible y que todas las tías tenemos que caer fulminadas ante ti? Quizá seas muy guapo y estés muy bueno, pero ¿y después? Porque cualquier tía con dos dedos de frente querrá encontrar algo debajo de esa bonita estampa, y empiezo a dudar que haya algo interesante ahí dentro...
- Ok. Me marcho.


NUNCA DIGAS NUNCA

- La luna es una embustera
- ¿Por qué?
- Porque intenta mentir al sol. Cuando está creciendo, lo engaña tomando forma de D, y cuando está decreciendo, tiene forma de C.
Silencio. 
- ¿Qué te pasa?
- No me pasa nada. Es solo que no tengo un buen día.
- Pero ¿he echo algo? ¿estás enfadada conmigo?
- No, claro que no. No tiene nada que ver contigo. 
- Déjame que haga algo por ti. Tu no paras de ayudarme y de escucharme y no me das la oportunidad de hacer lo mismo.
Lágrimas.
- Es que no puedes ayudarme, Samuel.
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que necesitas?
- Recuperar mi vida. Tu no puedes hacer eso.
- No, no puedo. ¿Tan malo es lo que tienes aquí?
- No es que sea malo, es que no pinto nada. Este es vuestro mundo pero no el mío.
- ¿Y qué tendría que pasar para que fuera el nuestro: el tuyo, el mío..., el de todos?
- Tendrían que pasar tantas cosas, Samuel, que ahora mismo dudo que eso llegue a ocurrir nunca.
- Jackie. Nunca digas nunca.