- No quiero que me regales nada, Marcos. Lo que me gustaría es que fueras un poquito más maduro.
- ¿Maduro? ¿A qué viene esto?
- Pues a que te pasas la vida ligando con una y con otra, y no te das cuenta de que a tu paso vas dejando un montón de corazones rotos.
- Pero ¿por qué me dices esto ahora? Si no me he liado con esa chica...
- A mi me da igual que te líes o no con quién te dé la gana. Sólo digo que parece que lo único que te importa es añadir trofeos a tu lista de conquistas y eso me parece machista, superficial y asqueroso.
- ¿De verdad que es eso lo que piensas de mi? ¡Pero si era una broma! Yo no...
- Si no lo digo sólo por hoy. Es por todo. ¿Qué te crees, que eres irresistible y que todas las tías tenemos que caer fulminadas ante ti? Quizá seas muy guapo y estés muy bueno, pero ¿y después? Porque cualquier tía con dos dedos de frente querrá encontrar algo debajo de esa bonita estampa, y empiezo a dudar que haya algo interesante ahí dentro...
- Ok. Me marcho.
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